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Años de exámenes, de broncas de los profesores y padres y el terrible miedo al fracaso nos han producido una terrible fobia a los errores. Aprendiendo un segundo idioma, el error te ha limitado en numerosas ocasiones y te ha hecho pasar vergüenza e incluso guardar silencio perpetuo en la clase. ¿Cómo supero mis errores?
El motivo por el cual un ser
humano se equivoca es sencillo, somos seres susceptibles de fallar debido a que
somos inteligentes. Como seres inteligentes, el ensayo y el error es una de
nuestras mejores armas pues llega a comprobar si aquella posible solución en la
que pensamos era cierta, o no; y nos permite plantearnos varias hipótesis que
pudieran resolver un problema complejo.
Los animales con un grado menor
de inteligencia no se suelen equivocar. Una mosca de la fruta siempre morderá
una fruta, y no se equivocará mordiendo una mesa, por ejemplo. Así que si te
equivocas, ya por lo menos sabes que eres más inteligente. El ser humano es
capaz de realizar grandes hazañas, pero lo hace equivocándose.
Este proceso de ensayo y error es
la base práctica sobre la que nos apoyamos a la hora de aprender un segundo
idioma, por lo tanto es un proceso necesario
y beneficioso. No pienses en un
error como un fracaso, sino como un puente hacia hacer las cosas bien. Antes de
equivocarte es posible que ni siquiera te planteases el intentar construir una
frase de ese calibre. Los niños pequeños se equivocan muchísimo cuando hablan,
¿pero les ves avergonzarse o culparse por ello? Jamás. Aguantan las
correcciones de forma estoica, o ignoran que les están corrigiendo y esperan a
hacerlo mejor la próxima vez.
Mejor equivocarse que
guardar silencio
En demasiadas ocasiones escucho a
mis alumnos en clase admitir que no hablan por miedo. Tienen miedo a
equivocarse, y hay un par de cosas que debes saber. Si no cometes un error, ni
tú ni nadie –tampoco tu profesor- podrá saber que tienes ese problema. Puesto
que el primer paso para corregirte es reconocer tu limitación, jamás te
corregirás.
Cuando algo sea difícil, tu
actitud debe ser totalmente la opuesta. No esquives tu error, enfréntate a él a
todas horas. Al final se hará sencillo y controlable. ¿Acaso no has escuchado a
un niño pequeño decir “yo no cabo”?
Como aprendiz de un idioma, es
probable que estés en un estadio de desarrollo lingüístico similar al de un
niño, y por eso tienes que actuar como ellos. De pequeño, yo decía
frecuentemente “yo no cabo”. Me
corrigieron mis padres, mis tíos, mis profesores… y terminé por conjugar el
verbo caber correctamente. No es ninguna gran hazaña, ni tampoco algo por lo
que se me pueda culpar.
Deja que quienes saben más que tú
te muestren el camino, pero luego recórrelo para ver adónde va sin miedo a
perderte.
Error escrito
Si estás aprendiendo un idioma mientras
asistes a clases, seguro que te proponen muchos ejercicios que se realizan
escribiendo. Ahí tenemos una gran fuente de errores que arreglar, y son casi
más valiosos que los cometidos hablando porque quedan por escrito.
Pero de nuevo, la vergüenza se
apodera de nosotros. Es como si el error fuera un crimen, y tú estuvieras
tratando de ocultar las huellas. Así pues, cuando te equivocas, borras, tapas
con tippex o pasas a limpio aquella
maravillosa actividad llena de errores.
Solemos pensar que es mejor así.
Pero no lo es. Cuando vuelvas a estudiarte la lección, como mucho quedará un
tachón de pintura blanca donde el precioso error se esconde. Pero ahora no
tienes acceso a él. Por supuesto estudias la forma correcta, y no eres capaz de
recordar en qué fallaste. Como si cerrando los ojos desaparecieran nuestros
problemas.
Considérate la víctima del error,
y si tapas sus actos, te volverá a atacar de nuevo. Los errores se tapan
los errores se tachan de manera que se vea claramente que son un error, pero se
les deja encarcelados de forma que podamos verlos. Así se disparará tu alarma y sabrás que no sólo has de estudiar la
forma correcta, sino recordar el fallo cometido para no volver a cometerlo
jamás.
Puede que no lo recuerdes, pero
pregúntale a tu profesor si hay algún error que has cometido repetidamente en
la clase, y piensa si te dio vergüenza o no…
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