En las democracias, los políticos son el reflejo de la sociedad a la que representan, ¿no te lo crees? Yo te propongo un ejercicio muy simple para que compruebes como los políticos españoles no aprobarían un examen básico de inglés, el idioma que todo español que se precie ha querido aprender en algún momento de su vida.
La memoria histórica nos llama
desde las calles de las ciudades, desde los libros, desde los hechos, desde
cualquier rincón de este vasto mundo, y los datos están ahí para quienes
quieran oírlos. Vamos a extrapolar el caso de España y su grandioso Imperio pasado.
El fuerte de la Natividad fue el
primer asentamiento español en tierras americanas, construido con los restos de
la carabela Santa María en la actual Haití. Hay que ser justos, pues esa
carabela fue conocida como la Marigalante
por su tripulación, nombre por el que se la conocía antes de que Cristóbal
Colón la comprase… y allí quedo.
Esa aventura también fue el
primer contacto con lenguas nativas de nuestros aguerridos conquistadores.
Desarrapados y náufragos, los hombres que allí se vieron inmersos no tuvieron
más remedio que intentar la comunicación con los indígenas, e hicieron grandes
avances, pues la necesidad apremia. (Si quieres saber más de esta bonita
historia te recomiendo la saga Cienfuegos, de Alberto Vázquez Figueroa)
Sin embargo; lo que prosiguió a
aquella aventura tan disparatada fue simple, cuando los Reyes Católicos
comenzaron la expansión del Imperio español, lo primero que hicieron fue
imponer su idioma, el español. Gracias a eso, hoy millones de personas
disfrutamos de esta maravillosa lengua romance del latín. Pero también podemos
aprender algo, los países que han tenido imperios de ultramar (España,
Inglaterra, Estados Unidos hoy día) han sido tremendamente malos aprendiendo
idiomas, porque ¡simplemente imponían el suyo!
Políticos made in Spain
Sí, probablemente muchos lo
estáis pensando, y es de recibo ponerlo justo ahora, nadie olvidará en mucho
tiempo el desastroso ejemplo de Ana Botella. Simplemente comentar que fue tan
sonado que el vídeo me llegó aun estando de vacaciones en Bangkok.
Porque resulta que ahora no somos
un Imperio de ultramar, resulta que hoy día somos un poco más inteligentes como
para pensar en ir imponiendo idiomas a la gente, y sabemos que sus idiomas son
igualmente importantes. En un sentido práctico, se puede pensar que el inglés
está en la situación en la que está por la mera influencia de los USA, pero hoy
día con la comunicación de internet todo ha cambiado notablemente.
Ahora los españoles somos los
pedigüeños, y sino mirad al presidente Rajoy suplicándole a Obama, pero lo
mejor es para mí lo que se desprende del lengua corporal. Barack Obama es un
hombre que siempre tiene una actitud dinámica, pero que aquí denota estar muy
aburrido, ¿será culpa del idioma? Bendita labor la de los traductores, pero
pienso que hubiera sido muchísimo mejor para las intenciones de Rajoy haber
podido hablar cara a cara con el presidente de los Estados Unidos sin tener que
sentirse como un paleto a la española.
Ciudadanos inteligentes
Espero que nadie se lleve a
engaños, este blog no va sobre política, ni pretendo ridiculizar a un partido o
ideología en pos de otra. Mis percepciones políticas, profundamente eclécticas,
no estarán jamás representadas en este espacio virtual. Sólo quiero puntualizar
que el pueblo español, o cualquier otro pueblo del mundo, no puede pedirle a
sus políticos que sean lo que ellos no son.
Debemos abrir nuestra mente con
la mayor humildad posible, y olvidarnos de nuestra percepción del mundo y de
nuestra capacidad de imposición. Queremos aprender de ti, no imponerte nada.
Con esa máxima debemos enfocar el estudio de los idiomas para que no nos pase
lo mismo que a nuestros políticos.
Prodiguemos con el ejemplo (cosa
que los jóvenes españoles ya estamos haciendo mostrando que somos la generación
que más y mejor habla idiomas de la historia de España) y así podremos pedir a
nuestros gobernantes que se pongan las pilas.
Zapatero optó por salir por la
tangente y largarse sin pena ni gloria después de meter la pata hasta el fondo.
Sin palabras… el generalísimo.
Y si los políticos son nuestro reflejo, oigamos al pueblo llano.
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